Bienvenidos!
          Hace unos años  publiqué esta página en Internet. Todo  empezó un día en que en la sobremesa de una comida en compañía de unos amigos y  hermanos en la fe que nos conocemos desde nuestra infancia, nos pusimos a  cantar himnos que conocíamos desde que íbamos a la Escuela Dominical de la  iglesia en la avenida Mistral de Barcelona. 
            
            No lo teníamos previsto y la audición fue del todo  espontánea. A medida que íbamos entonando melodías y recordando las letras de  los himnos, se nos humedecieron los ojos por la mezcla de emociones que revivíamos.  No era sólo el recuerdo nostálgico de rememorar algo que nos trasladaba a  épocas de nuestra juventud. Mientras cantábamos aquellos viejos himnos, nos impregnábamos  tanto de la melodía como de la inspiración de sus letras. Llenábamos nuestro  espíritu y nuestros sentidos de lo que de bastantes años hasta entonces  habíamos sido privados de disfrutar en las iglesias actuales: El himno de  alabanza. 
            
            Fue entonces que, animado con la experiencia y dándome  cuenta de que estábamos cantando un buen número de ellos, se me ocurrió coger  un viejo himnario de mi madre que tenía colgado en la librería y fui señalando  página por página, todos aquellos de los que conocía la tonada y también la  letra. 
            
            Más tarde y una vez terminada la reunión con los amigos,  decidí hacer una compilación más precisa con todos aquellos himnos que había  reconocido. Y no sólo eso. Aprovechando que tengo buen  oído y dispongo de herramientas informáticas adecuadas, imaginé crear una  página en Internet donde ponerlos, tanto las letras como  las partituras y también los ficheros musicales para poderlos escuchar. 
            
            Así nació la web www.himnescristians.com. 
            
            Debo decir que tardé bastante tiempo en realizar el  proyecto. Identifique más de 150 himnos. Todos ellos  los había cantado y  recordaba la tonada y mucho de la letra. La fase de  recopilación y confección de partituras fue particularmente gratificante.  Recuerdo que cuando acababa de hacer una partitura y podía escuchar la melodía  a través del ordenador, a menudo llamaba a mi esposa para disfrutar los dos de  ese momento. Era frecuente la necesidad de utilizar los pañuelos. 
            
            Han pasado los años desde entonces. Concretamente cinco años. Y puedo decir con sinceridad que el fruto del trabajo  ha sido recompensado ampliamente. Los mensajes recibidos en el buzón de la web por  parte de hermanos en la fe agradeciendo la presencia de esta página son, por sí  mismos, un premio inesperado. No sólo por el reconocimiento a la labor realizada  sino porque me ha hecho dar cuenta de que aquella sed de buenos cánticos en la iglesia  a que me he referido, no sólo es una experiencia personal mía sino que es  compartida por muchos  cristianos en todo del mundo. 
            
            Ahora presento los Himnos Cristianos  con un nuevo formato más ágil e intuitivo, con más opciones de accesibilidad y  con más documentación complementaria. También he añadido algunos otros himnos que no están en ningún himnario de los que conozco, pero que formaban parte del repertorio de la coral de la iglesia en la cual cantaba. Asimismo he incorporado algunos de los famosos "coritos" que, sin ser un himno propiamente dicho, eran muy cantados. Algunos himnos que en estos últimos años he "descubierto" y que me han impresionado por su lirismo e inspiración también los he incorporado. Todo ello suma la cantidad de 199 himnos.
            
            Finalmente y como decía en la primera edición, este es un  trabajo que está hecho a la gloria de Dios y de libre uso y disfrute de todos  sin ninguna limitación. Mi reconpensa está en poder haber sido una herramienta  y vehículo para la pervivencia del trabajo y la inspiración de hermanos de  todas las épocas que han creado obras destinadas a alabar a nuestro Señor y que  todo el que navegue por estas páginas se una a esta alabanza . 
            
            Que el Señor les bendiga!
Carles Rodriguez Vila
